La primavera ya ha llegado para
quedarse. Atrás queda el invierno donde el frío y la inestabilidad atmosférica
hacen que las ganas de renovar algún espacio o elemento de nuestro hogar
disminuyan. Pero ahora, con la llegada de la nueva estación, las horas de luz
aumentan y el buen clima contribuye a que el secado de los materiales sea mejor
y se puedan realizar jornadas más largas de trabajo.