Todo lo que debes saber sobre los andamios

En esta ocasión queremos escribir sobre estos elementos imprescindibles en reformas de cierta envergadura, sobre todo en casas unifamiliares o proyectos de nueva construcción. Como polvero en Sevilla, a menudo aconsejamos a nuestros clientes particulares sobre qué tipo de andamio deben utilizar para, por un lado, cumplir con la normativa existente y, por otro, contar con unas condiciones adecuadas de seguridad, pues existen varios modelos disponibles. Eso sí, en Materiales de Construcción Valdezorras siempre recomendamos que sean profesionales los que lo manipulen, pues su uso requiere un mínimo de pericia y si no se está acostumbrado a trabajar en ellos se puede sufrir algún sobresalto.

Aunque hay lugares del mundo en los que se emplean estructuras de cañas naturales como el bambú, actualmente la mayoría de los andamios son de aluminio o acero y pueden encontrarse en los almacenes especializados o empresas de alquiler una amplia variedad de elementos como pasarelas, puentes, anclajes, plataformas… Hay que tener en cuenta que el uso de un modelo u otro dependerá de la obra que se vaya a llevar a cabo. A continuación vamos a repasar los más importantes.

Andamios de caballete: Pueden ser a su vez plegables o rígidos. Generalmente, tienen forma de A y no suelen superar los dos metros de altura. En el caso de que sean más altos, deben asegurarse mediante barandillas y guardapiés para mayor seguridad. Por lo general, son utilizados para trabajos sencillos y de poca duración.

Andamios colgantes: Suelen utilizarse en edificios de mucha altura situados en lugares en los que, por cuestiones de tránsito y espacio, no se pueden colocar andamios levantados desde el suelo. A su vez, pueden estar formados por diferentes plataformas colgantes y articuladas para ampliar su capacidad de espacio. Bajo ningún concepto pueden emplearse sin tomar las debidas precauciones, pues la altura a la que suelen instalarse es considerable. Desde nuestra experiencia como polvero en Sevilla queremos hacer bastante hincapié en que solo deben ser utilizados por profesionales especializados de empresas de construcción, mantenimientos, etc.

Andamios torre: Como bien su nombre indica se trata de aquellos andamios que son colocados uno encima de otro hasta conseguir la altura necesaria para realizar el trabajo para el que se requieren como obras en tejados, ventanas, reparación de fachadas, etc. No obstante, dicha estructura no debe superar nunca una relación entre altura y anchura de 4:1 si está colocado en el interior de un edificio. Si este andamio se ubica en el exterior en ningún caso debe superar la proporción 3,5:1. Además, en el caso de que sean móviles (gracias a unas pequeñas ruedas que se colocan en los extremos del último cuerpo) dicha cifra debe ser de 3:1. Habitualmente, estos andamios son los más utilizados por pintores y albañiles en proyectos sencillos y de duración breve.

Andamios cremallera: Son plataformas fáciles de montar y que ocupan gran cantidad de superficie, por eso, son muy prácticos para trabajos en fachadas de viviendas y edificios, sin embargo, no permiten disponer de más de una altura, por lo que solo se puede trabajar en un nivel.

No podemos finalizar sin señalar que los andamios pueden también clasificarse por la función que desempeñan. Así, podemos encontrar andamio de trabajo (colocados para soportar herramientas y a los propios obreros); andamio de seguridad (para proteger una zona concreta de la obra); andamio de servicio (para facilitar el tránsito de herramientas y operarios por algún lugar); y andamio de uso público (estructura generalmente provisional destinada a facilitar el paso de personas).

Afortunadamente son cada vez más las empresas de reformas que están tomando conciencia de contar con el equipo necesario para realizar trabajos en altura con la máxima seguridad.