En muchos hogares es frecuente
que en una de sus paredes alicatadas, bien por el paso del tiempo, la acción de
la humedad (de la pared o de una tubería cercana) o por una mala instalación,
algunos de sus azulejos se despegue de la pared y corran el peligro de
desprenderse. Precisamente, por ello, hay que actuar con la mayor rapidez
posible, pues pueden terminar viéndose afectadas las baldosas de alrededor si
no repara convenientemente.
Desde Materiales de Construcción Valdezorras
queremos hablar en este artículo de la manera de corregir este problema y del
mantenimiento que requiere un alicatado, pues en contra de lo que pudiera
pensarse, este tipo de construcciones requiere un cuidado para mantener el
aspecto del primer día, pues el tiempo repercute en el color, texturas…
El pegamento que sujeta los
azulejos puede sufrir un desgaste como consecuencia de la humedad, ocasionando
que algún azulejo se afloje y corra el peligro de caerse, pudiendo provocar, no
solo la rotura de la propia losa, sino de las baldosas sobre las que caiga.
Además, cuando un azulejo se afloja también se ven afectadas las juntas entre
las distintas piezas y sus bordes, que pueden sufrir alguna rotura. Esta es una
reparación por lo que si tienes algunos conocimientos de bricolaje la podrás
hacer tú mismo sin necesidad de acudir a una empresa de reformas.
Una reparación sencilla
Lo primero es comprobar cuáles
son los azulejos que están flojos. Para ello lo mejor es golpear varias veces suavemente
cada una de las piezas bien con un trozo de madera o bien con el mango de
alguna herramienta para observar el sonido que se produce. Si el sonido es
apagado y seco, no hay nada que temer, pero si alguna pieza suena como a hueco,
entonces es posible que dicha losa esté floja.
Las causas de este problema, como
ya hemos visto, pueden ser varias, pero, sin duda, la humedad es la más
frecuente. Si el origen de ella se encuentra en deficiencias en tuberías
cercanas, lo más recomendable es solucionar primero dichos desperfectos antes
de reparar los azulejos flojos, pues de lo contario con el paso del tiempo
volverán a aparecer ya que el problema de fondo no se ha reparado.
Para retirar el azulejo o piezas
afectadas, lo mejor es actuar de forma delicada para evitar que se rompa y
poder así reutilizar la misma pieza. No obstante, si ésta se encuentra bastante
deteriorada, lo mejor es colocar una losa nueva. También hay que comprobar que
los azulejos colindantes están perfectamente adheridos a la pared, ya que si no
lo están, lo mejor será repararlos también.
Para retirar la pieza floja es
necesario utilizar un destornillador lo más largo posible. Con él, iremos
ejerciendo de palanca, con sumo cuidado, para despegar el azulejo completamente
de la pared. ¡Mucho cuidado para que no se caiga al suelo cuando logremos
desprenderla!
Preparar el soporte, fundamental
Antes de volver a colocar el
azulejo retirado, es fundamental preparar bien la zona de la pared en la que
estaba situado. Para ello, habrá que retirar todo resto del antiguo cemento
(polvos, mezcla seca…) y eliminar cualquier tipo de grasa o suciedad. A
continuación, se colocará de nuevo la pieza y por último, se le aplicará una
lechada sobre las juntas. Es posible que en este último paso, se aprecie una visible
diferencia entre la zona reparada y las antiguas piezas. Para evitarlo, puedes
utilizar cualquier colorante para lechadas que podrás encontrar en tu tienda de bricolaje más cercana. Por otro
lado, si has tenido que poner un azulejo nuevo, lo mejor es dejar que el tiempo
haga su función y poco a poco se vaya igualando su aspecto con el de los demás.
a2projects.es
ResponderEliminarLa elección cuidadosa de azulejos puede redefinir completamente un espacio vacío, añadiendo estilo y personalidad. La combinación de colores, patrones y texturas transforma el entorno, creando una atmósfera única y acogedora.