En primavera, con el incremento
de los proyectos de reforma, no son pocos los clientes que acuden a nuestro
almacén de materiales de construcción
en Sevilla buscando artículos para la obra que van a emprender, azulejos
sobre todo, que nos preguntan cuál es la mejor manera para colocar las baldosas
que adquieren.
Lo primero que hay que tener en
cuenta que no hay una manera que sea
mejor que otra. Todo depende del gusto del usuario, del estilo que se
quiere conseguir y del material que se va a emplear (tamaño, forma y acabado
del azulejo, entre otros aspectos). Sí es cierto que hay unas alternativas que
tienen un carácter más tradicional y otras más modernas.
Aunque parezca una tontería, la
colocación de los azulejos no es una cuestión baladí, pues puede potenciar una
decoración aunque el azulejo sea corriente o, en cambio, puede hacer que una
buena pieza cerámica pase desapercibida. Podemos concluir que tan importante
como contar con un buen material lo es que su colocación sea la adecuada. A
continuación vamos a analizar algunas de ellas por si estás pensando en ponerte
manos a la obra y aún no te has decidido.
1. Junta corrida: es la manera tradicional de colocar azulejos. Uno
debajo de otro formando hileras paralelas a lo largo de la pared. Se utiliza
habitualmente con piezas cuadradas para buscar ofrecer una sensación de
amplitud y orden a algún espacio de estilo clásico, por eso suele ser habitual
ver esta disposición en cuartos de baño y cocinas. Se puede colocar de forma de
cuadrados o con los azulejos formando girados en forma de rombo.
2. Rompejuntas: esta colocación es la habitual de las paredes de
ladrillos, es decir, el final de un azulejo (junta) coincide con la mitad del
azulejo de la fila superior, de manera que las uniones de las baldosas de la
fila de abajo con la de arriba nunca coincide (de ahí su nombre). Suele
utilizarse para azulejos pequeños de forma rectangular, muy de moda actualmente
para baños y cocinas.
3. Rompejuntas desplazadas: esta disposición es muy parecida a la
anterior pero se diferencia en que el filo del azulejo de la fila de abajo no
coincide con la mitad del de la hilera superior, sino que se sitúa algo más
desplazado de dicho centro hacia uno de sus extremos. Este es un recurso muy
empleado en ambientes modernos o cuando se emplean baldosas alargadas que
simulan pequeños tablones de madera, pues el efecto que da es semejante a la de
la pared de una cabaña. En nuestro almacén de materiales de construcción en Sevilla
contamos con varios modelos. ¡Pregúntanos!
4. Línea cruzada: esta manera puede utilizarse tanto en pared con
en suelo. Consiste en disponer dos baldosas verticales ensambladas a otras dos
horizontales. Es un diseño atrevido que aparte de romper con la linealidad es
muy decorativo. Lo más recomendable es utilizarlo con baldosas rectangulares
para que unidas de dos en dos formen un cuadrado.
5. Modo espiga: se conoce así esta disposición porque los azulejos
se colocan en forma de espiga, es decir, ligeramente volcados y entrelazados en
zigzag. Para que el resultado sea el adecuado se debe recurrir a baldosas
rectangulares alargadas. Aparte de ser muy decorativo, esta colocación es
bastante decorativa y poco utilizada.
6. Junta corrida vertical: crea un efecto muy parecido al primero
que hemos descrito con la diferencia de que la colocación de los azulejos es en
vertical (para que se note la diferencia deben emplearse baldosas rectangulares).
Esta manera sirve para dar un efecto de altura a las paredes de una estancia y
una sensación de mayor dimensión.
7. Baldosas hexagonales: en los últimos años se han puesto de moda
este tipo de baldosas geométricas cuyo efecto, cuando se colocan en grupo, es
similar a la forma de un panal de abejas. Por eso son muy vanguardistas y
atractivas. Se pueden colocar unidas a lo largo de toda una pared o en una zona
concreta. Asimismo, también se pueden disponer piezas sueltas, con lo que las
posibilidades decorativas son muy numerosas.
ceramicayporcelana.com
ResponderEliminarLas mejores maneras de colocar azulejos requieren precisión y cuidado. Desde el diseño del patrón hasta la preparación adecuada del sustrato y el uso de herramientas profesionales, cada detalle cuenta para un acabado impecable.