En esta ocasión vamos a hablar de
uno de los materiales de construcción
más utilizados en todas las obras y reformas, pues su uso es muy variado tanto
para agarre como para unión de materiales. De hecho, los morteros son
necesarios para levantar paredes y muros, cubrir superficies, revestimientos,
así como adhesivos e impermeabilizantes, entre otras utilidades.
Básicamente, los morteros son la
masa hecha a través de la mezcla de arena, agua y algún conglomerante como el
cemento, yeso o cal –los más comunes– a los que se añade algún aditivo como
plastificantes, emulsionantes o impermeabilizantes para potenciar algunas
propiedades.
En cuanto a su preparación, suele
ser bastante sencilla, pues basta solo con mezclar el conglomerante con la
arena, verter agua en el centro del compuesto, remover y dejar reposar el
compuesto el tiempo recomendado por el fabricante. El periodo de utilización
suele rondar una hora, aunque la temperatura exterior puede prolongar o reducir
este tiempo significativamente.
Tipos de morteros
En el mercado y tiendas de bricolaje, se pueden encontrar
hoy en día multitud de tipos de morteros. A continuación vamos a detallar los
más comunes:
Cemento
Cemento gris: es, sin duda, el más utilizado en la construcción por
su gran versatilidad. De origen mineral, durante su proceso de fabricación se
le añaden otros productos para conseguir todas sus propiedades para construir
paredes, enfoscar, crear hormigones, cimientos… Se comercializa en polvo muy
fino dentro de sacos y puede mezclarse con distintos tipos de arenas y gravas
según la utilidad que se precise.
El hormigón es una de las mezclas
más empleadas, sobre todo, para cimientos o muros y crear columnas o vigas. Se
trata de la masa formada por cemento, arena de construcción, agua y grava en la
que suelen embutir mallas metálicas de acero para darle mayor resistencia y
robustez. Para conseguir una masa homogénea es recomendable emplear una
hormigonera profesional y seguir los pasos indicados por el fabricante.
El cemento gris mezclado con grava y arena forma el hormigón |
Cemento blanco: aunque tiene menor resistencia que el anterior,
debido a su apariencia es bastante utilizado para operaciones decorativas y
como base para morteros de cal.
Cemento rápido: cemento fabricado especialmente para un fraguado
más rápido y mayor resistencia. Se emplea para reparaciones en zonas húmedas o
en momentos en los que se necesita un endurecimiento veloz.
Morteros
Dentro de este tipo hay multitud
de preparados. Generalmente, se trata de la mezcla de agua, áridos, cemento y
cal con la que se logra una gran adherencia y fortaleza de los materiales.
Mortero de cemento: es el más polivalente y empleado. Está
compuesto por la mezcla de cemento gris con diferentes tipos de áridos. Según
sea esa combinación y la proporción de los componentes, tendrá un destino de
uso u otro. Un mortero con gran carga de cemento puede agrietarse durante el
tiempo de secado, mientras que uno rico en arena puede presentar problemas de
agarre.
Mortero de cal: en la antigüedad era la mezcla más utilizada, lo
que contribuye a que hoy en día tenga un uso destacado en la restauración de
construcciones antiguas. Se trata de una mezcla de cal, áridos y agua muy útil
para otras tareas como enfoscado decorativo de paredes interiores o exteriores,
ya que admite su coloración a través de pigmentos.
Mortero seco: es bastante práctico porque ya se comercializa
mezclado (cemento gris y arena de grano fino). Es también prácticamente
multiuso y, sobre todo, ahorra tiempo de preparación.
Mortero refractario: está especialmente fabricado para resistir
altas temperaturas y la combustión. Se utiliza para la construcción de hornos y
chimeneas, entre otros.
Mortero cola: son aquellos indicados para la colocación y agarre de
piezas cerámicas y baldosas, pues están diseñados especialmente para ello.
Cuentan propiedades como elasticidad y secado rápido, por lo que solo hay que
preparar la cantidad que sea necesaria. En el mercado hay multitud de
variedades en función del material sobre el que se van a emplear (losas
porcelánicas, de gres…).
Plastes sintéticos: se trata de aquellas mezclas que ya vienen
preparadas y listas para utilizar. Su uso más común es para enlucir o reparar
imperfecciones en paredes. Contienen resinas sintéticas que los hacen elásticos
y muy manejables.
Los morteros tienen múltiples utilidades como adhesivos o revestimientos |
Yesos
Es otro material muy frecuente,
sobre todo, en construcción y decoración para tareas como reparación de
grietas, enlucidos o levantamiento de tabiques en interior. Los más empleados
son el yeso, la escayola y la perlita. En el siguiente artículo
puedes conocer todos los detalles de cada uno de ellos. En tu tienda de bricolaje los podrás encontrar en
formato embolsado, muy práctico para pequeñas reparaciones en el hogar.
¿Cómo almacenarlos?
Lo habitual es comprar un poco
más del material que se va a necesitar, por si surgen imprevistos o para
efectuar reparaciones similares en un corto plazo de tiempo. En este sentido,
si vas a guardar algún saco ya abierto, es muy importante hacerlo con este bien
envuelto en plástico y, si es posible, despegado del suelo ya que el contacto
directo del material con el aire o con una fuente de humedad hace que vaya
perdiendo sus propiedades poco a poco (principalmente en periodos de
almacenamientos largos). Como en casos anteriores, es más que recomendable
seguir las indicaciones del fabricante.
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