Desde mediados de marzo nuestro
país vive en estado de alarma a causa de la crisis sanitaria provocada por la
Covid-19 (comúnmente conocida como Coronavirus), una enfermedad altamente contagiosa que está atacando a miles de
personas en todo el mundo. Este hecho ha
provocado que gran parte de la población no pueda acudir a sus puestos de
trabajo y tengan que permanecer confinadas en sus domicilios, por lo que el
sector de la construcción no ha quedado al margen de esta realidad, de hecho,
nuestro polvero en Sevilla ha
tenido que ver reducida su actividad habitual.
No obstante, hay muchas obras que
no han quedado paralizadas, sobre todo que no se llevan a cabo en viviendas
habitadas (reformas integrales, etc.). Para los operarios que trabajan en
ellas, tanto el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) como
el Consejo General de Arquitectura Técnica (CGATE) han elaborado un documento
con directrices de proyección especialmente indicadas para obras. A
continuación vamos a repasar sus epígrafes más importantes.
Lo primero que hay que tener en
cuenta es que las pautas recogidas son recomendaciones, por lo que su
complimiento no es obligatorio, aunque sí recomendado. Para ello, la dirección de obra debe estar
perfectamente informada de las medidas que se han adoptado por parte de los
trabajadores con el objetivo de que las supervise y valore introducir algunas
más si fuese necesario. Asimismo, los operativos deben recibir toda la
información necesaria sobre sus derechos en materia de Prevención de Riesgos
Laborales que los ampara si deciden abandonar su actividad al valorar que entrañan
un riesgo importante para su salud. Para ello, lo mejor es colocar carteles informativos a la entrada de
la obra.
Las medidas esenciales de
seguridad que deben adoptarse, en resumen, son las siguientes:
- Distancia de seguridad: cada trabajador debe estar separado de
otro, al menos, en un metro de distancia. No obstante, desde nuestra
experiencia en el sector sabemos que esto no siempre es posible cumplirlo. También
hay que vigilar el suministro de materiales para que se lleven a cabo en franjas horarias de poca afluencia de operarios.
- Limpieza: se deben redoblar las tareas de limpieza y desinfección
de las zonas comunes. También se debe extremar el cuidado de las herramientas
que sean de uso común.
- Aglomeraciones y controles: también se recomienda evitar grupos y
reuniones de trabajadores que impliquen que entren en contacto entre ellos. Por
supuesto, tanto dentro de la obra como de otras instalaciones: vestuarios,
accesos, aparcamiento, almacenes de materiales
de construcción, etc. En este sentido, si es posible dentro de los
protocolos que se establezcan por cada obra, se debe controlar la temperatura
de los trabajadores a la entrada del lugar de trabajo (termómetro sin contacto homologado).
El acceso a la obra en horarios escalonados puede ser una buena medida.
- Precauciones: en el momento en el que haya indicios de que algún operario
tiene síntomas del virus, hay que cumplir a rajatabla el protocolo sanitario
del Ministerio de Sanidad. Es decir, su aislamiento inmediato y, si procede,
contactar con las autoridades responsables en la materia. Si con el paso de los
días se confirma el positivo, la obra debe quedar paralizada y todas las
personas que hayan tenido contacto con el afectado deben ser avisadas de tal
hecho.
En obras de ciertas envergaduras
es conveniente que todas las medidas que se adopten sea de común acuerdo entre
el arquitecto, el aparejador y el jefe de obra, para que sean lo más eficaces
posible. Entre todos, deben decidir la continuidad de la obra. Todas las
medidas que se adopten, así como las posibles incidencias que pudieran suceder,
deben quedar recogidas en un acta a la que deben tener acceso la dirección
facultativa, la dirección de obra (arquitecto o aparejador) y el constructor.
Por último, desde Materiales de
Construcción Valdezorras queremos insistir en que más vale prevenir que curar.
¡La salud de todos es lo primero!
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